Hoy quiero compartir un caso muy común pero delicado que llegó a mi consulta. Una nueva clienta se acercó buscando aliviar un dolor que sentía en el borde de su dedo del pie, el cual se debía a un heloma marginal, una lesión callosa que suele aparecer en áreas de roce o presión constante. Al comenzar la atención podológica y la exploración del pie, me percaté de algo más: la uña del primer dedo, el pie derecho, estaba parcialmente desprendida y había un olor característico que no suele pasar desapercibido, el típico olor a hongos por humedad. Esto inmediatamente me alertó, y fue entonces cuando revisé en detalle y descubrí que la paciente llevaba un esmalte de meses.
La presencia de esmalte antiguo en las uñas no solo cubre el aspecto de la uña, sino que además impide la ventilación adecuada y retiene la humedad, creando un ambiente perfecto para la proliferación de hongos. Cuando retiré el esmalte, el diagnóstico fue claro: onicomicosis, una infección por hongos que afecta la uña y que, de no tratarse adecuadamente, puede extenderse y causar molestias más serias.
Expliqué a la paciente que la onicomicosis no solo afecta la apariencia de la uña, sino que puede generar incomodidad y, en algunos casos, dolor, especialmente si se presenta junto a otros problemas podológicos, como en su caso, el heloma marginal. Le detallé que el tratamiento de la onicomicosis es un proceso que requiere constancia y paciencia. Le recomendé acudir a su médico para recibir una evaluación más amplia y determinar si es necesario el uso de algún antimicótico oral o tópico específico. Además, le sugerí un protocolo de tratamiento podológico que incluye el desbridamiento cuidadoso de la uña afectada.
Finalmente, recordé a la paciente la importancia de asistir mensualmente para el seguimiento y el tratamiento, ya que la onicomicosis es persistente y necesita atención continua para evitar recaídas. Así, trabajando juntas y con un enfoque multidisciplinario, podemos lograr la mejora de la salud de sus pies y devolverle el bienestar en cada paso.
Este caso es un recordatorio de que, aunque los esmaltes de uñas pueden embellecer nuestros pies, deben usarse con moderación y retirarse adecuadamente para evitar problemas mayores.
Rubí Gutiérrez Abarca Técnico de Nivel Superior en Podología Clínica
Atención podológica sector norte de Antofagasta
+569 5725 6565

 
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