En mi consulta podológica, mantener los más altos estándares de higiene y seguridad es una prioridad diaria. La esterilización y desinfección son fundamentales para garantizar la salud de mis pacientes y la mía propia. Uno de los mayores riesgos en podología es la contaminación cruzada, especialmente cuando se utilizan instrumentos no esterilizados adecuadamente o se descuida la desinfección de las superficies.
Mi rutina comienza con la esterilización de todos los instrumentos después de cada paciente. Primero, realizo una limpieza minuciosa para eliminar cualquier residuo visible. Luego, los instrumentos se secan completamente antes de ser colocados en el esterilizador de calor seco. Este proceso es crucial, ya que utilizo temperaturas de 170°C durante 60 minutos para asegurar la eliminación de todos los microorganismos, incluidos los más resistentes.
En cuanto a mi mesa de trabajo, camilla y otras superficies de la consulta, les sigo un riguroso protocolo de desinfección. Después de cada paciente, retiro cualquier residuo visible y limpio la superficie con un paño y agua jabonosa. Luego, aplico un desinfectante de amplio espectro, asegurándome de cubrir toda la mesa y dejando que actúe el tiempo necesario para eliminar cualquier patógeno. Finalmente, seco la mesa para que quede lista para el siguiente paciente.
Hoy, además, me siento especialmente orgullosa porque acabo de recibir mi certificado de mi último curso de actualización en esterilización y desinfección avanzada (DAN). Este curso me ha permitido perfeccionar aún más mi técnica y asegurarme de que mi consulta cumpla con los más altos estándares de calidad en cada aspecto de la atención podológica. Esto no solo protege a mis pacientes, sino que también fortalece la confianza que depositan en mí para cuidar de su salud podológica.
Rubí Gutiérrez
Técnico de Nivel Superior en Podología Clínica
Registro superintendencia de salud 232134
Sector Norte de Antofagasta
+56957256565
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