Servicio de Podología

Atención a domicilio de podología, realizada por una podóloga de nivel superior con mas de 5 años de experiencia en el área



Se realiza atención a:



Adultos mayores

Niños

Diabéticos

Publico en general




Los tratamientos realizados son:



Podología básica $7.000.-

Tratamiento de hongos $7.000 por sección.-

Uñas encarnadas $15.000.-

Curación desde $5.000.-

Evaluación pie diabético $5.000.-

Control de signos vitales $1.000.-

Evaluación huella plantar $5.000.-

Tratamiento definitivo posterior a uñas encarnadas $15.000.-



Convenio ortopedista:



Plantillas ortopédicas $20.000.-

Ortesis $10.000.-



Convenio enfermería:



Tratamiento avanzado de heridas $20.000.-

Inyecciones $5.000.-



Convenio médico:



Evaluación médica domiciliaria $20.000.-

lunes, 9 de septiembre de 2024

Ética en podología


Anteponer la ética en podología es esencial para mantener la integridad y la confianza en la profesión, así como para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes. La ética en cualquier rama de la salud implica un compromiso constante con la formación, la responsabilidad y el respeto hacia quienes confían en nosotros para su cuidado. En podología, esto se traduce en la obligación de utilizar técnicas seguras, actualizadas y basadas en evidencia científica, sin caer en promesas o tratamientos sin respaldo adecuado.


Además, la ética profesional requiere un profundo respeto por los límites de las competencias. Los técnicos en podología deben actuar dentro de su formación y evitar procedimientos que excedan sus capacidades, ya que esto podría poner en riesgo la salud de los pacientes. Aquí es crucial la lucha contra el intrusismo, donde personas sin la preparación adecuada ofrecen servicios sin garantías de calidad ni seguridad, afectando tanto a los pacientes como a la profesión.


Un aspecto clave es la transparencia con los pacientes. Un profesional ético debe ser honesto sobre los alcances, riesgos y resultados de los tratamientos. Aunque es tentador prometer soluciones rápidas, la responsabilidad ética implica ser realista y gestionar las expectativas de manera adecuada.


La ética incluye también la confidencialidad y el respeto por la autonomía del paciente, dándoles toda la información necesaria para que tomen decisiones informadas sobre su tratamiento. Esto fomenta una relación de confianza y respeta sus deseos, siempre priorizando su bienestar.


En este sentido, el uso de imágenes de los pacientes, ya sea para promoción de servicios o para mostrar casos clínicos, debe manejarse con extrema cautela. No solo se requiere el consentimiento explícito del paciente, sino que es fundamental proteger su identidad y privacidad. Usar imágenes sin su permiso es una clara violación ética que compromete la confianza en la relación podólogo-paciente y puede tener repercusiones legales. Siempre se debe asegurar que el paciente esté completamente informado sobre cómo se utilizarán sus imágenes y respetar su decisión de participar o no en dichas acciones. La protección de su identidad debe ser una prioridad absoluta.


Sin embargo, la ética no es algo estático; es algo que se debe trabajar constantemente. No basta con cumplir las normas superficialmente, sino que requiere un esfuerzo consciente para crecer profesionalmente. Aunque existe la frase “tire la primera piedra el que esté libre de pecado”, no estoy de acuerdo con ella. Las personas tienen la capacidad de crecer, y no solo en lo personal, sino también en lo profesional. A medida que uno estudia y se especializa, empieza a comprender la línea delgada entre lo correcto y lo incorrecto, y cómo cruzarla puede causar un daño significativo.


Por eso, es fundamental seguir formándonos y adquiriendo experiencia para ser más conscientes de nuestras limitaciones y del impacto de nuestras acciones. El crecimiento profesional no solo mejora nuestras habilidades técnicas, sino también afina nuestro criterio ético. Entendemos que lo que podría parecer una pequeña falta puede tener consecuencias graves, lo que nos hace ser más responsables en nuestras decisiones.


Promover una cultura ética también implica participar en la educación continua. Esto no solo garantiza un servicio de calidad, sino que dignifica la profesión, alejando el intrusismo y promoviendo una atención centrada en el paciente. En resumen, la ética en podología no es solo un conjunto de reglas, sino una actitud profesional que busca siempre el mejor interés del paciente, la excelencia en el cuidado y el respeto por la profesión.


Rubí Gutiérrez Abarca 

Técnico de Nivel Superior en Podología Clínica 

Registro superintendencia de salud 232134

Atención podológica sector norte de Antofagasta 

+56957256565

No hay comentarios:

Publicar un comentario