Es bien comun que lleguen pacientes a la atención con conceptos erroneos y tratamientos mal realizados, el acceso a la información es tal ahora que muchos prefieren actuar antes de ir al especialista, esto los lleva al fracaso en lo que buscan, que es solucionar los hongos en sus uñas, en base de recetas magicas, tratamientos mal aplicados, etc.
Es común también que lleguen también a lugares donde hacen pedicura y no podología ahí también hay fracaso, ya que en pedicura no hay estudios necesarios para tratar, además no trabajan con sus materiales esterilizados empeorando la situación.
Errores comunes:
Uso de remedios mágicos y recetas caseras.
Uso de cremas o ungüentos.
Tratamientos farmacológicos incompletos o mal aplicados.
Van a donde algun intruso que les saca la uña.
Etc.
Con respecto a una pregunta que me hicieron hoy, los antimicóticos en crema no son apropiados para el tratamiento de la onicomicosis principalmente porque su capacidad de penetración es limitada. Las cremas se aplican de manera tópica y generalmente no pueden atravesar adecuadamente la lámina ungueal, que es más gruesa y dura que la piel. Esto significa que el principio activo de la crema no llega con la suficiente eficacia a la zona afectada por el hongo, que suele encontrarse profundamente en la uña y en el lecho ungueal. Por lo tanto, aunque puedan ayudar en infecciones superficiales o menores, no son efectivos en casos de onicomicosis más severas.
En los casos de onicomicosis profundas o extensas, el trabajo en equipo entre el podólogo y el médico es crucial para lograr resultados efectivos. El podólogo realiza la labor mecánica de limpiar la uña, reduciendo el grosor y eliminando parte del tejido contaminado, facilitando así que cualquier tratamiento tópico o sistémico sea más efectivo. Por otro lado, el médico puede prescribir tratamientos orales o medicamentos que actúan desde dentro del cuerpo, alcanzando la infección de manera más profunda.
Este enfoque multidisciplinario garantiza un tratamiento más integral. La colaboración entre el podólogo y el médico asegura que tanto las medidas locales (como la reducción de la uña y la aplicación de tratamientos tópicos) como las sistémicas (medicación oral) se utilicen de manera coordinada, maximizando las probabilidades de éxito. Además, el médico puede controlar cualquier complicación sistémica o riesgo asociado al uso de antimicóticos orales, mientras el podólogo garantiza que el área afectada esté en las mejores condiciones para recibir el tratamiento.
Rubí Gutiérrez Abarca
Técnico de Nivel Superior en Podología Clínica
Registro superintendencia de salud 232134
Teléfono +56957256565
Atención podológica sector norte de Antofagasta

 
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